El pasado mes de junio, en el contexto del evento Conexión Climática, tuvimos la oportunidad de ver la consolidación de los Climate Labs como el fruto del trabajo de 14 universidades durante 3 años. Estos proyectos constituyeron laboratorios de innovación para darle vida a proyectos climáticos con impacto local y regional.
El encuentro tuvo lugar en el Tecnológico de Monterrey en México, y contó con la participación de expertos y expertas de las universidades adscritas al proyecto Climate Labs, quienes presentaron sus avances en los laboratorios climáticos como una forma de responder al cambio climático desde la innovación social y la educación.
Algunas semanas después del evento, tuvimos la oportunidad de hablar con dos expertas que han estado presentes en los procesos de Climate Labs desde dos instituciones mexicanas. Ellas son Patricia Cuevas Servín, líder de Formación en Emprendimiento del Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera del Tecnológico de Monterrey, y Blanca C. Ramírez Hernández, profesora investigadora y jefa del Departamento de Ecología Aplicada de la División de Ciencias Biológicas y Ambientales del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara.
Ambas nos contaron acerca de la relevancia de Climate Labs y sus apreciaciones sobre la colaboración y la innovación en contextos de acción climática:
2811: ¿De qué trató el evento de Conexión Climática?
Patricia Cuevas: El evento de Conexión Climática fue la culminación de un trabajo de 3 años dentro del programa Climate Labs el cual reunió a un consorcio de 14 universidades de Brasil, Colombia, México, España, Italia y Francia para que instalaran un laboratorio de innovación social y de investigación aplicada para la mitigación y adaptación al cambio climático.
Este evento tuvo el objetivo de hacer un trabajo de diseminación y comunicación del resultado de los 10 laboratorios de cambio climático y como cada uno ha tenido logros tanto en la institucionalización de los laboratorios en su universidad como en sus contextos locales para avanzar hacia esfuerzos con aliados y colectivos para hacer frente a los retos y desafíos que nos trae el cambio climático.
Blanca Ramírez: El Proyecto Erasmus +: “Climate Labs: Strengthening applied research and innovation capacities in Latin-America through co-creation labs for mitigation and adaptation to Climate Change” es un consorcio de 14 instituciones de América Latina y Europa, y el pasado mes de junio se realizó Climate Labs Final Meeting en Guadalajara, México, donde se presentaron los resultados de los Laboratorios de Innovación Social en Cambio Climático. Allí, cada miembro del consorcio compartió experiencias de éxito y los retos que tuvieron para la conformación de los Cimate Labs.
También se dieron a conocer las acciones específicas para fortalecer las capacidades de investigación aplicada e innovación en cada una de las Universidades socias de América Latina y Europa para la mitigación y adaptación al cambio climático. Fue también un espacio de vinculación con empresas, gobiernos y sociedad civil a través de reuniones tanto presenciales como virtuales.
2811: ¿Cuál fue el mayor aprendizaje que dejó el evento?
Patricia Cuevas: Fue darnos cuenta de la importancia de mantener estos esfuerzos en Red. La red que se logró a partir de este programa puede continuar y tiene mucho potencial, pues su trabajo ya está avanzado, la confianza entre sus miembros ya está avanzada y lo más importante: tenemos que plantearnos nuevos desafíos juntos para poder continuar el trabajo colectivo.
Creo que el trabajo interuniversitario es clave para lograr ver perspectivas distintas y diversas de los desafíos que el cambio climático trae y de esta manera actuar como frente común, global y conectado.
Blanca Ramírez: El evento dejó un aprendizaje de gran importancia al constatar tres aspectos importantes:
Está la colaboración e interdisciplinariedad a través del trabajo conjunto internacional de instituciones académicas (y más enfocado a Latinoamérica) con la finalidad de mitigar el cambio climático a través de laboratorios de innovación social en el eje de la sustentabilidad. También la generación de espacios de vinculación con la sociedad civil, ONGs, gobiernos y empresas, donde el eje vinculante son los Climate Labs.
Por otro lado, la generación de metodología para el desarrollo de proyectos sustentables de forma institucionalizada a través de los laboratorios dentro de las Universidades de Cambio Climático.
2811: ¿Por qué en estos contextos es tan importante la colaboración?
Patricia Cuevas: A lo largo de los años en que estuvimos en el programa Climate Labs, me di cuenta que todos los países de Latinoamérica involucrados en este programa, Brasil, Colombia y México, tenemos cosas en común, tenemos contextos compartidos y problemáticas históricas compartidas que hacen que este reto del cambio climático también sea algo compartido.
Aunque está teniendo efectos distintos en cada uno de nuestros territorios, podemos tener bases similares en cuanto a las soluciones y propuestas de valor que se hacen desde la universidad para y con la sociedad.
La colaboración es entonces el medio para lograr propuestas que no solamente tengan una perspectiva o que solamente apelen a una institución sino que apelen a toda una comunidad. Una comunidad que, como bien decía, no es local, es global.
Blanca Ramírez: Las propuestas de alternativas de solución para una problemática tan grande como lo es el cambio climático, con causales que obedecen a diferentes factores, tiene que tener una perspectiva académica multidisciplinar y los esfuerzos deben coordinarse con diferentes sectores para realizar propuestas articuladas con alcances reales y acciones concretas con metas que puedan contribuir de forma académica e integral en el marco de los ODS.
2811: En el marco de la acción climática, ¿cuáles son los espacios comunes desde los que las universidades pueden crear impacto?
Patricia Cuevas: Desde la investigación aplicada, la docencia, el currículum, el emprendimiento e innovación social. Todos estos pueden ser espacios comunes que la universidad propone a la sociedad para acción climática.
Creo que también se están convirtiendo en espacios de encuentro, de disonancias y resonancias, de búsquedas de lo nuevo y sobre todo de un bien común a la sociedad, de ser quienes velen por un conocimiento democrático, diverso, que desafíe los modelos actuales para generar nuevas propuestas que realmente respondan a las necesidades de nuestros contextos que hoy se ven afectados no solo por el cambio climático y sus efectos, sino por muchos otros desafíos sociopolíticos, económicos y humanos.
Blanca Ramírez: Desde la academia los impactos abarcan diferentes ámbitos, comenzando por el académico donde se incide en los planes de desarrollo institucionales en los ejes de desarrollo académico, investigación, difusión, extensión y vinculación. Las instituciones de educación tenemos un compromiso para la formación de estudiantes en diferentes niveles, así como en programas y proyectos con incidencia en aspectos sustentables.
Es importante mencionar que dentro de las labores de difusión, extensión y vinculación el compromiso con el entorno se debe al bienestar de la población desde y con las instituciones de educación, gobierno, salud, ambiental, economía, empresarios y desde luego con la población.
2811: ¿Cuál es el rol de las universidades en la educación y la acción climática?
Patricia Cuevas: A todo esto el rol de la universidad es ser un centro de innovación social, de trabajo interdisciplinario, de ensayo de la realidad, pero también de conexión con la realidad. De alianza con los sectores políticos, económicos y sociales. De un verdadero encuentro de talentos, disciplinas y causas que nos movilicen a encontrar no solo nuevas soluciones, sino nuevas preguntas.
Blanca Ramírez: Durante tres años, en el consorcio Climate Labs realizamos trabajos de capacitaciones y colaboraciones que nos han permitido implementar acciones en favor de la acción climática, entre ellas la extensión con las comunidades, especialmente grupos vulnerables. También en la investigación aplicada a tecnologías verdes, a estrategias de mediciones de índices de sustentabilidad (como huella de carbono e hídrica en alimentos) o bien en implementación de proyectos con jóvenes universitarios.
Por otro lado el papel de las universidades en la educación también implica modificar, reafirmar o desarrollar los contenidos de los cursos de los programas de pregrado y posgrado. La formación de recursos humanos es primordial para incentivar la conciencia ambiental en un sentido profesional ya que los retos que tenemos actualmente para favorecer la acción climática se encuentran en todos los aspectos del desarrollo humano.
El primer paso en nuestro proceso fue el desarrollo institucional de laboratorios de innovación social sustentable. Este hecho sin precedentes nos compromete a generar estrategias desde las instituciones de educación superior, de manera que los esfuerzos deben de ir dirigidos a garantizar el equilibrio entre el desarrollo económico, la preservación del medio ambiente y el bienestar social.
Conoce más sobre los proyectos que las universidades están implementando con Climate Labs aquí:
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